Caso antiguo de Villanúa

CASCO ANTIGUO

El Casco antiguo de Villanúa se caracteriza por ser un entramando de calles y callejones en las que aún se aprecian vestigios de otras épocas. Aunque el municipio es amplio, el casco histórico se encuentra concentrado en la margen izquierda del Río Aragón.

Rodeado de amplios campos y modernas construcciones, desde hace unos años el centro histórico está asistiendo a un movimiento de rehabilitación y reconstrucción, que está devolviendo al núcleo urbano parte de la riqueza arquitectónica tradicional que tenía. Sabores añejos y aires modernos que se entremezclan para destacar algunos de los elementos más valiosos de este núcleo: la Fuente de los Cuatro Caños, los escudos de infanzonías que presiden las portadas de numerosas casas, el Ayuntamiento Viejo (hoy farmacia), con su portada y ventanales góticos, o las antiguas cuadras, hoy casi todas transformadas en viviendas.

Iglesia Parroquial de San Esteban (XII-XVIII)
Construida entre los siglos XII y XVIII en sillarejo, conserva como testimonio más antiguo un muro en el que se abría la primitiva portada románica y que, actualmente, cierra el baptisterio. Posteriormente, el edificio fue modificándose hasta que en el siglo XVIII se completa con su aspecto actual. Presenta dos naves, aunque en el lado Norte se abren dos capillas rectangulares, que por sus características y dimensiones, parecen crear una tercera nave. En el lado sur se abre la portada de acceso al edificio, cobijada por un pequeño pórtico, y se adosa la torre campanario. El cuerpo interior es una bóveda de cañón.

En cuanto a su dotación artística, destaca el retablo mayor. Obra de escultura de principios del siglo XVII dedicada al santo titular. Su autor fue Juan de Ruesta, que inició su composición en 1622, concluyéndolo dos años más tarde. Tanto en la estructura del retablo como en las tallas, revelan la relación con los talleres de escultura romanista de Sangüesa.

La pieza más antigua que se conserva en la iglesia es la talla románica de Nuestra Señora de los Ángeles, procedente de la ermita homónima hoy arruinada-. Fechada entre finales del siglo XI y comienzos del XII, muestra a la Virgen como Trono de Sabiduría sin mostrar ningún tipo de relación afectiva con el Niño. La imagen presenta el interés añadido de conservar la policromía original y está considerada por los expertos en arte románico como una de las mejores piezas del periodo, en especial por la conservación de la policromía, como ya señalábamos, y por la expresividad de la figura.

Se conservan en el interior otros retablos del Barroco Rural Aragonés, fechados entre los siglos XVI y XVIII y de diverso valor. La mayoría están ubicados en las pequeñas capillas de las familias de infanzones de la localidad, con sus escudos y dedicatorias.

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