Aruej (Pirineo Aragonés)



A un kilómetro escaso de la entrada a la localidad y casi enfrente del área de descanso, se encuentra el núcleo de Aruej. Rodeado de amplios campos, se compone varias casas solariegas del siglo XVIII, una Torre Fortificada del XIV y una iglesia de finales del X.

Actualmente, el poblado, cuyo estado de conservación está bastante deteriorado, es de propiedad particular y depende del municipio de Villanúa, pero no siempre fue así.

Antiguamente y según se recoge en las Crónicas visigodas de Toledo del siglo VII, Aruej era un Señorío y de él dependían todas las tierras del entorno. Su papel era el de preservar la calzada romana del Summo Porto de los ataques provenientes del otro lado del Pirineo. Aruej (Aruex) desempeñó este papel político y militar durante los siguientes siglos, y como muestra de la importancia que tuvo cabe señalar que las crónicas medievales se refieren al Valle del Aragón como "Valle de Aruex".

Sin embargo, la relación de este Señorío con su vecino más próximo, " La Villa Nueva del Valle del Aragón" (Villanúa), habitada por hombres libres, creó diversos problemas de convivencia, llegando a tener que firmar varias Cartas de Paz (la primera en el siglo XII) y empleando el curso del río Aragón como línea divisoria de las propiedades, aunque no de los usos, que son compartidos por los hombres libres e Infanzones de Villanúa y la Alta Nobleza de Aruex. Del siglo XIII al XIX, los acuerdos y tratados facilitan una convivencia pacífica entre ambas poblaciones.

Es en 1839 cuando Villanúa efectúa la primera compra de territorios pertenecientes a Aruej. En 1849, se anexiona la antigua aldea a Villanúa, y en 1852 se adquieren nuevos derechos de uso y propiedad. Ya en el siglo XX, el 25 de enero de 1918, se vende al ayuntamiento villanuense la "Dehesa de Aruej", sin incluir la Capilla , la Casa Alta y otros campos y caseríos, que serán adquiridos por un particular de Villanúa años más tarde.