De Rebilla al mirador de la Garganta (Ordesa)

Desnivel: prácticamente llano
Duración: unos 45 min en total
Dificultad: fácil

Llegar hasta el mirador de la Garganta es un privilegio al alcance de casi todos. El paseo discurre
por una soleada faja en la margen izquierda de río Yaga, en compañía de robles, quejigos, carrascas, arces, avellanos, bojes… y cantos de petirrojos.

Revilla está al final de una pista asfaltada que se toma desde la carretera que conduce a Tella. Una cerrada curva, poco antes de llegar al pueblo, puede servir de aparcamiento. Es ahí donde unos paneles informativos marcan el comienzo del camino. Pronto se cruza el barranco Concusa,
por una pasarela metálica, y la senda se interna en La Faja. A un lado se eleva la pared caliza, que todavía cobija las ruinas de la ermita de San Lorenzo; al otro se hunde el cauce del río Yaga.

Son varios los miradores que se asoman al profundo valle y a los acantilados del Castillo Mayor, donde es posible avistar algún quebrantahuesos. Un pequeño pinar desciende hasta el último de estos balcones, abierto a la angosta garganta de Escuaín y a las surgencias y barrancos que le acompañan.